Una de las estrategias clave implementadas por José y su equipo es fortalecer la identidad cultural a través de actividades como la danza, el canto y la artesanía. Estas actividades no solo promueven la resiliencia y la autoestima, sino que también les brinda un sentido de pertenencia y conexión con su comunidad. Además, se fomenta la participación en eventos públicos y la conexión con la naturaleza mediante prácticas agrícolas sostenibles, contribuyendo así al bienestar emocional y físico.
Sin embargo, el camino hacia el bienestar no ha estado exento de desafíos. Uno de los mayores obstáculos ha sido el uso desmedido de la tecnología, que distrae a los niños de actividades constructivas y los expone a contenido perjudicial. Además, la falta de apoyo y comprensión por parte de la comunidad ha dificultado la difusión y consolidación del proceso de formación. A pesar de estos desafíos, José y su equipo han perseverado, confiando en que su trabajo tendrá un impacto positivo a largo plazo.
El crecimiento del proceso ha sido notable, Actualmente se cuenta con un total de 25 niños de los 5 que se unieron al comienzo. Este crecimiento refleja el interés y la necesidad de los niños y las familias de la comunidad. Sin embargo, el proceso enfrenta limitaciones en términos de recursos económicos y logísticos. A pesar de estas dificultades, José y su equipo continúan comprometidos con su misión de proteger la salud mental de los niños y construir una comunidad más fuerte y resistente.
La visión de José va más allá de las fronteras locales, ya que aspira a compartir las experiencias y conocimientos del proceso con otras comunidades vulnerables en todo el mundo. Su objetivo es crear redes y promover la difusión de estas prácticas para que más niños puedan beneficiarse de un enfoque integral hacia el bienestar mental y emocional.
En un mundo lleno de incertidumbre y adversidad, el trabajo de José Hermides Hio y el proceso de formación Kiwethegsawesx Luucx son un ejemplo inspirador del poder transformador de la educación y el compromiso comunitario. Su dedicación incansable nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la resiliencia pueden florecer si se cultivan con amor y determinación.