Cultura
Entre ritos y sociedades: REDefiniendo el poder y la comunicación en la era global
En el tejido intrincado del mundo interconectado de hoy, Manuel Castells (2009) nos ofrece el concepto de una «red abierta de significados culturales», donde diversas culturas no solo coexisten, sino que se entrelazan y evolucionan a través del intercambio constante de recursos, creencias y valores. Esta «sociedad red» se sustenta en una cultura de comunicación global, en la que la creencia en el poder de las redes y la sinergia del compartir son los pilares fundamentales.
Tomando esta visión como inspiración, presento el caso de la Escuela de Comunicación Vía3Tv, un movimiento que ha logrado impactar a nivel nacional. Este proyecto se ha convertido en un puente que conecta comunidades étnicas, rurales y afrodescendientes a través del internet, creando un espacio vibrante para el diálogo sobre la comunicación como motor de transformación territorial y desarrollo. Imaginemos a un joven de una comunidad indígena narrando la rica historia de sus ancestros mediante un documental, o a una líder afrodescendiente compartiendo su resiliencia tras sobrevivir al conflicto armado interno en Colombia. La Escuela Vía3Tv ha sido claro ejemplo de cómo la interconexión cultural se materializa en la vida cotidiana, promoviendo la pervivencia cultural y el desarrollo sostenible al llegar a las comunidades más aisladas del país gracias a la globalización y a la comunicación propia e intercultural.
Esto plantea una cuestión esencial: ¿Cómo podemos concebir el poder y la comunicación más allá de sus formas tradicionales? El poder no se reduce simplemente a la capacidad de comunicarse; también involucra recursos, influencia y toma de decisiones. De igual manera, la comunicación trasciende su uso para ejercer poder, desempeñando roles cruciales de información, educación, participación y conexión. Al explorar estas dimensiones, podemos redefinir nuestra comprensión del poder y la comunicación en la era de la sociedad red, descubriendo nuevas formas de interacción y entendimiento en un mundo globalizado, y contribuyendo de manera significativa a la transformación social.
La Sociedad Red: ¿Una Nueva Cultura?
La cultura de la sociedad en red no es una utopía, sino una realidad palpable que se manifiesta en nuestra vida cotidiana. Desde la proliferación de redes sociales como TikTok, Instagram y Facebook hasta la creación de redes humanas que abordan problemas globales, estamos inmersos en un mundo donde las barreras geográficas y culturales se difuminan. Según un informe de la UNESCO, el 70% de las personas en línea considera que las redes sociales han tenido un impacto significativo en la forma en que interactúan culturalmente y comparten información.
No solo compartimos memes y actualizaciones rápidamente, sino que también los agentes de cambio se agrupan para fomentar transformaciones significativas en sus comunidades locales y a nivel global gracias a la interconectividad.
En este contexto, la cultura globalizada se fundamenta en la idea que al compartir nuestros recursos y creencias, nos enriquecemos mutuamente. Este proceso bidireccional fomenta un círculo virtuoso de aprendizaje y crecimiento mutuo, acercándonos a una comprensión más profunda y a una coexistencia armoniosa. Es así que Pew Research Center revela que el 68% de los usuarios de redes sociales creen que estas plataformas han facilitado una mayor representación de diversas culturas y perspectivas. Este dato subraya cómo las redes sociales contribuyen a la visibilidad y apreciación de la diversidad cultural en el ámbito global.
Sin embargo, esta cultura de la sociedad red no está exenta de desafíos. A medida que nos conectamos más, también enfrentamos el riesgo de caer en la superficialidad de las interacciones virtuales y la homogenización cultural. La clave está en aprovechar el potencial de la red abierta para fomentar un diálogo genuino y respetuoso, que permita una verdadera apreciación de las diferencias y una colaboración auténtica.
Escuela de Comunicación Vía3Tv: La Comunicación Propia e Intercultural para una Sociedad en Red
La comunicación propia e intercultural juega un papel fundamental en la sociedad en red por varias razones. Primero, permite la pervivencia entre lo vivo, lo humano, lo cultural y el territorio, algo vital para la defensa y el cuidado del entorno desde lo político organizativo en un mundo globalizado. En segundo lugar, promueve la inclusión, el empoderamiento y la participación de todas las voces, asegurando su autodesarrollo y sostenibilidad en el escenario global.
La interculturalidad facilita el entendimiento mutuo y reduce los conflictos que pueden surgir de la interacción entre culturas. Esto no solo fortalece el tejido social comunitario, pues impulsa el capital humano entre los diferentes grupos, enriqueciendo a todas las partes involucradas. Permite un intercambio de ideas, propuestas, soluciones, impulsa los valores y las prácticas que mejora la calidad de vida desde el reconocimiento de lo humano y no humano.
La comunicación propia e intercultural, una realidad dada pero desafiante
Implementar la comunicación propia e intercultural en una sociedad en red presenta desafíos significativos y requiere una comprensión profunda de cómo estos enfoques se entrelazan. La comunicación propia, centrada en el interacción con el territorio desde una perspectiva organizativa y política, celebra la diversidad e impulsa la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones. Este enfoque incentiva la libertad para gestionar sus recursos de manera efectiva, representando sus propios intereses y soluciones.
Por su parte, la comunicación intercultural busca fomentar el diálogo y la interacción entre diferentes culturas, promoviendo el entendimiento mutuo y reduciendo los malentendidos. En este contexto, una estrategia mediadora es crucial para construir puentes y fomentar la inclusión entre grupos culturales diversos.
Un desafío importante radica en superar las barreras organizativas y estructurales que enfrentan las grandes instituciones al adoptar modelos participativos de mediación. La complejidad en la gestión, evaluación y justificación de presupuestos puede dificultar la implementación de estos enfoques, especialmente al integrar la sensibilidad cultural necesaria para trabajar con comunidades diversas.
Para que la comunicación propia e intercultural sean efectivas, deben ir más allá de meros ejercicios de sensibilización y tener objetivos estructurales claros. Es esencial que se orienten hacia la construcción de instituciones inclusivas y la deconstrucción de discursos dominantes.
Explorar estas dimensiones nos permite redefinir nuestra comprensión del poder y la comunicación en la era de la sociedad en red, iluminando nuevas formas de relacionarnos en un mundo globalizado y contribuyendo a la transformación de nuestras sociedades.
Conclusión
En la Escuela de Comunicación Vía3Tv, la red abierta de significados culturales no es solo un concepto; es una realidad vivida desde los pueblos y que transforma el cómo entendemos el poder y la comunicación. Su aplicación demuestra que podemos superar barreras históricas y construir una colaboración auténtica. Nos invita a cuestionar las estructuras y a adoptar un enfoque más inclusivo y participativo enfocada a la sustentabilidad.
Queremos expresar un especial agradecimiento a los jóvenes indígenas que forman parte de la Escuela de Comunicación Vía3Tv, con una mención especial a Youtuber Nasa, Deicy Mojomboy y Andrés Ortiz. Su dedicación y esfuerzo en la promoción de la comunicación propia e intercultural, a través del uso de las redes sociales, son fundamentales para el enriquecimiento y la visibilidad de nuestras culturas. Su trabajo no solo destaca por su impacto positivo en el cuidado del territorio y la cultura, sino que también sirve como modelo inspirador de cómo las plataformas digitales pueden ser utilizadas para fortalecer la identidad y la participación desde las bases comunitarias.