Taller de Escritura: Un Viaje a Nuestra Infancia Literaria

El 5 de octubre pasado, guiados por la docente Marcela Castellanos, emprendimos un fascinante taller de escritura en la Escuela de Comunicación Vía3Tv. Este recorrido se transformó en un viaje al pasado, permitiéndonos rememorar nuestra niñez y reflexionar sobre nuestra relación con el lenguaje literario. Desde los primeros días en los que descubrimos el poder intrínseco de las palabras, comprendimos que el simple acto de nombrar algo confería existencia a esa realidad. En esa exploración, la frase «una palabra tuya bastará para sanarme» adquiere un matiz más profundo. Descubrimos que el lenguaje es una sinfonía, y en este taller, jugamos con sus notas, creando melodías únicas.

Nos dejamos cautivar por la maravilla de ver el mundo tomar forma a medida que las palabras emergen de nuestros labios. Pronunciar «agua» es convocar su esencia. Evocar «pájaro» despliega sus alas en nuestra mente. Mencionar «noche» despierta los misterios. Invocar «luz» disipa las sombras. Las palabras nuevas nos llegan como regalos extraordinarios, juguetes para nuestra mente. Las adoptamos y comenzamos a jugar con su significado y sonoridad.

Sin embargo, lo más sorprendente es cómo estas donaciones verbales nos guían hacia experiencias que evolucionan, que nosotros mismos podemos moldear. En la infancia, desafiamos los sentidos de las palabras, disfrutamos de sus sonidos, los invertimos, los remodelamos y reímos ante nuestras audacias.

Rara vez como en la niñez estamos tan cerca de lograr lo que los escritores más tarde intentamos en vano. Luego llega la educación formal y este deslumbrante espectáculo llega a su término. Ingresamos a un proceso en el cual nos volvemos serios, se nos enseña en contra de nuestra voluntad y de todo instinto vital que una palabra como «cuerpo» solo significa eso: cuerpo. Es como si, en lugar de escuchar todas las notas y sus infinitas combinaciones, fuéramos forzados a escuchar solo una. O como si, en lugar de ver la plenitud de tonos e intensidades en los colores, solo viéramos todo en gris.

Nuestra conexión con el lenguaje literario, con el poder mágico de las palabras y su uso libre y poderoso, tiene sus raíces en la infancia. A pesar de que la vida pueda convertirnos en profesionales, políticos, militares o científicos, todos tenemos un preludio de relación con el lenguaje literario. En los ejercicios de escritura que compartimos con los niños, se revela claramente el poder literario de esas primeras incursiones en la escritura.